Los cruceros por a zona del Pacífico mezclan el exotismo de los archipiélagos de islas paradisiacas que hay en la zona, con la parte más urbana y peculiar de algunas de las ciudades de Australia en las cuales haremos escala.
Al igual que en otros recorridos, el trazado de las rutas de los cruceros dependen mucho de la compañía que los realice, lo que en este apartado describiremos, son aquellos lugares en los que se hace escala con más frecuencia y que forman parte de estos trayectos.
Lo más habitual es llegar a alguna de las islas desde un vuelo comercial con origen en los Estados Unidos, por ejemplo, desde Los Angeles...una vez en el punto de origen de nuestro crucero realizaremos nuestra ruta para finalmente regresar a Estados Unidos para coger el avión de regreso a nuestro país.
Comenzaremos con uno de los lugares más misteriosos del planeta, la Isla de Pascua, que suele ser punto de arranque de los cruceros por el Pacifico, o al menos una de sus escalas más importantes.
Rapa Nui o la isla de Pascua, pertenece a Chile, la isla cuenta con un único poblado, la ciudad de Hanga Roa. El principal atractivo de la isla es su misteriosa cultura ancestral de la cual poco se sabe a parte de las huellas que quedaron dispersas en la isla con la forma de los moais.
La isla es considerada en 1995, Patrimonio cultural de la Humanidad.
. En cada punta de la isla hay un volcán, todos ellos extintos, pero que hacen que Pascua sólo tenga estos tres puntos como elevaciones, el resto son laderas y lomas suaves. La parte más escarpada y rocosa de la isla la encontraremos en la costa, la cual cuenta con una serie de islotes. La isla se mantiene económicamente de la pesca y del turismo, la temporada alta es en el mes de Enero ya que se celebra la festividad de Tapati.
Las celebraciones del Tapati duran 10 días, se hace la elección de la reina de la isla, cuya coronación tiene lugar la primera noche de luna llena del mes. Entre los festejos nos encontramos con el Haka Pei o descenso de las colinas sobre troncos de plátanos, en el cual los jóvenes han de mantenerse en equilibrio sobre ellos, o los concursos de Takona, pintura corporal, y el Rui, narración de leyendas. Todo ello son los resquicios de ceremonias ancestrales que tenían lugar en la isla. Ya que de4 la misteriosa cultura de los rapa nui no se sabe mucho, sólo tenemos como referencia los documentos de exploradores como Roggeveen que escribió el más antiguo que se conserva.
Se cree que los pobladores de Rapa Nui llegaron desde la mítica Hiva, una isla seguramente localizada en la Polinesia. Esta antigua civilización adoraba al dios Make Make y posteriormente al hombre pájaro también conocido como Tangata Manu, cultos de los que se han hallado muchos restos en la isla.
Para visitar, inevitablemente: los moais. Los moais son enormes figuras talladas en piedra que representaban a los ancestros de los habitantes y a los cuales se les daba un culto casi de semidioses.
Salpicando la isla nos toparemos con ellos, así como con multitud de sitios ceremoniales, petroglifos...pero si queremos ahondar un poco en la historia de la isla deberíamos visitar también el Museo Antropológico Padre Sebastian Englert. El museo reune unas 1500 piezas referentes a esta cultura, y describe a la perfección todo el legado de la isla, Así mismo podemos contemplar allí el único moai femenino que se ha encontrado.
La desaparición de esta cultura no está muy clara, pudo deberse a una conjunción de factores que acabó extinguiendo su civilización.
Aunque el mayor atractivo de la isla es el senderismo visitando todos estos puntos de interés, allí
podemos disfrutar de playas como la de Ovahe o la playa Anakena.
Después de visitar esta magnífica isla ponemos rumbo a una pequeña isla, no muy conocida, pero que ha adquirido popularidad entre aquellos que gustan de realizar el llamado ecoturismo. Nuestra siguiente parada es la ciudad de Nuku'Alofa.
Es la capital de Tonga, situada en la isla de Tongatapu, también conocida como isla Amsterdam,y pertenece al archipiélago de islas con el mismo nombre. La isla es un pequeño terreno alrededor de la colina Veiongo, la única elevación que tiene, a los pies de la cual se encuentra el Palacio Real.
Su importancia histórica radica en que durante la Segunda Guerra Mundial los americanos construyeron allí un embarcadero de nombre Fa-ua, que quiere decir 42, en referencia al año de su construcción, que tuvo su importancia durante la guerra.
El atractivo turístico de la isla está en que es el mejor punto de observación de ballenas jorobadas en las épocas de junio y octubre.
La siguiente isla que visitaremos tiene una gran importancia histórica: Bounty Bay, que es el nombre del muelle en el que haremos nuestra escala en la isla Pitcairn, estas islas pertenecen a Nueva Zelanda. El puerto recibe el nombre del buque HMAV Bounty, el famoso buque británico que el el siglo XVIII fue objeto del amotinamiento de su tripulación, Hecho histórico que ha sido llevado a la gran pantalla un par de veces. Muchos de los habitantes de esta isla son descendientes de aquellos amotinados, como delatan sus apellidos ingleses.
Dejamos las islas para acercarnos a Nueva Zelanda, aunque no deja de ser también una isla sus ciudades y parajes mezclan la cultura urbana con los paraisos típicos de esta región del planeta. Nuestra primera parada en Nueva Zelanda es la ciudad de Auckland.
Se la conoce como la ciudad de las velas, por la cantidad de barcos y veleros que hay en su puerto.
Auckland o Ta-maki makau rau como se la conoce en maorí, es la ciudad más grande de Nueva Zelanda. La ciudad se encuentra entre y sobre dos volcanes. En Nueva Zelanda hay unos 48 volcanes que le dan la característica orografía a la zona, llena de conos, estanques, lagos, islas y depresiones.
La zona es más inestable debido a los terremotos que a los volcanes, ya que todos los que hay en la isla se encuentran extintos.
Uno de los puntos reconocibles de Auckland es la isla de Rangitoto que se formó hace menos de 1000 años y que se encuentra a la entrada del puerto.
Auckland es una ciudad grande, bastante masificada y con problemas de tráfico, aún así merece la pena visitarla, sin dejar de ver el Sky Tower, que por ahora es el edificio más alto de todo el hemisferio sur. Otras opciones son la galería de arte que tiene arte neozelandés así como europeo, el Museo de la Misión Melanesia o el jardín Parnell Rose. Auckland no tiene edificios históricos porque es una ciudad muy joven.
Junto a esta gran ciudad podemos disfrutar de las playas y de la vegetación, ya que es una zona muy lluviosa. Apartándonos un poquito del bullicio urbano nos encontramos con el Monte Edén, uno de los volcanes extintos.
Otra alternativa es coger un ferry y acercarnos a la península de Devonport que está repleta de casas victorianas.
La siguiente parada es la ciudad de Wellington. El nombre lo recibió en honor a Arthur Wellesley, que fue el primer duque de Wellington, el titulo viene de el condado de Somerset en Inglaterra, pero la ciudad tien otro nombre en maorí que significa el gran puerto de Tara. Wellington es la capital de Nueva Zelanda y en ella se centra el comercio y la política del país.
Hay muchos lugares que ver en la ciudad, está llena de cafés, hay más incluso que en Nueva York, y podemos disfrutar de la vida nocturna y de la escena artística que nos ofrece. Wellington es el centro de la industria teatral y cinematográfica de Nueva Zelanda.
Podemos visitar el Te Papa Tongarewa, que es el Museo de Nueva Zelanda, la Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda, la Compañía Nacional de Ópera y el Ballet Real de Nueva Zelanda. La ciudad aloja el Festival anual de Jazz y muchos festivales de teatro, entre ellos el de teatro de improvisación.
El Festival bienal de las Artes se celebra allí, así como multitud de festivales de cine, ya que gracias al rodaje de la película de El Señor de los Anillos, la parte oriental del suburbio del barrio de Miramar se convirtió en una de las mayores infraestructuras cinematográficas.
Wellington es considerada una de las ciudades con mayor calidad de vida del planeta.
Seguimos nuestro recorrido por Nueva Zelanda para conocer la ciudad de Lyttelton, es una bonita ciudad de puerto cuyo nombre le fue otorgado en honor de George William Lyttelton de la Asociación de Canterbury que encabezó la colonización de esta parte de la isla.
La expedición Nimrod que lideraba Ernest Sackleton, para explorar la Antártida partió de este puerto.
La roca del peregtino, nos da la bienvenida a nuestra llegada y nos muestra el lugar en que los europeos desembarcaron por primera vez en esta zona.
Es más bien un pueblecillo muy tranquilo junto al mar, y desde cuyas colinas podemos tener excelentes panorámicas de las casa que lo pueblan. La ciudad de Lyttelton también ha sido escenario de producciones cinematográficas, una de ellas es “The Frighteners” de Peter Jackson, todos los exteriores están rodados aquí.
Por último, antes de abandonar Nueva Zelanda haremos escala en Dunedin.
Dunedin es la ciudad más grande de la provincia de Otago, es una ciudad ideal para vivir, tiene un coste de vida muy bajo que permite a sus habitantes disfrutar del ocio y la cultura.
Los edificios de la ciudad tienen influencias eduardianas, victorianas y también podemos encontrar numerosas casas estilo Art Decó...por ello Dunedin es un paraíso cultural y arquitectónico. Algunas zonas, como el Jardín Chino, está dedicado a la antigua herencia de la isla, y en dichos jardínes veremos hermosas pagodas.
Uno de los lugares que no hemos de perdernos es el magnífico edificio en piedra de la Estación de Trenes que data de 1906 y que es uno de los edificios más fotografiados de toda Nueva Zelanda.
En el centro de la ciudad en el Octagon, nos encontraremos con los clubes, cafés, restaurantes y teatros, un poco más al sur de esta zona se encuentran los hoteles, casinos, tiendas de antigüedades y clubes de música neozelandesa. Todo organizado de tal forma que podemos disfrutar de la faceta nocturna de Dunedin sin casi desplazarnos de barrio.
En Dunedin podemos disfrutar de las playas, jugar al golf en el entorno de la bahía o hacer senderismo. También podemos apuntarnos a las excursiones organizadas que nos llevan a ver los entornos naturales de pingüinos, focas y albatros de variedades exóticas, que sólo se encuentran en la isla.
Entre otras cosas también podemos subir a la montaña de nieves perpetuas, conocer el Monte Cook y visitar los centros de esquí, que son reconocidos mundialmente, o visitar los lagos, muchos de ellos con aguas termales, o los viñedos. Todo se encuentra relativamente cerca, de todas formas, Dunedin está muy bien comunicado, con lo que no tendremos problema alguno en los desplazamientos. En el Monte Cook podemos visitar también el Glaciar Fox y aprovechar a realizar excursiones por el hielo.
Entre las muchas cosas que podemos hacer en Nueva Zelanda, está el avistar cachalotes y calamares gigantes en Kaikoura, o de camino en nuestro crucero por la costa sudoeste de la isla a buen seguro haremos escala en el Parque Nacional de Fiorland, ya que otra de las maravillas de estas islas son los fiordos.
Tras conocer los principales lugares de Nueva Zelanda, nos dirigimos rumbo a Australia, nuestra primera parada será la gran ciudad de Sidney.
Los orígenes de la ciudad datan de 1788, cuando llega el primer buque desde Inglaterra con convictos, ya que Australia, considerada la isla más grande del mundo y el continente más pequeño...iba a ser utilizada como prisión. La primera cárcel que allí se levanta es Port Jackson, en la bahía de Sidney... Las enfermedades transmitidas por los colonos acaban casi con la población aborigen de la zona, al reducido número de aborígenes se les cristianizó...corría en año 1820 cuando se comienzan a construir casas y caminos, dos años después se la considera una ciudad.
Sidney es la ciudad más grande y antigua de toda Australia.
Desde entonces el crecimiento de la ciudad es imparable, hasta nuestros días que se ha transformado en una ciudad joven y muy cosmopolita. El barrio más antiguo e histórico de la ciudad es The Rocks, tiene un ambiente muy europeo y está lleno de galerías de arte , restaurantes, cafés y tiendas para los turistas. El Museo de Arte Contemporáneo que se encuentra en este barrio tiene una amplia muestra de arte australiano e internacional. Las antiguas casas han sido renovadas y se puede disfrutar de la arquitectura de la época en la que la ciudad comenzó a surgir.
Si queremos comer en lugares más étnicos tenemos la alternativa de visitar el barrio de Newton que se encuentra a 3 kilometros del centro de la ciudad, en él el ambiente es muy alternativo, hay mezclas de muchas culturas y es donde encontraremos la mayor concentración de restaurantes étnicos de Sidney.
En el barrio de Paddington al este del centro, la atracción son las casas victorianas de la zona y el mercado que se organiza los sábados. En esta parte encontraremos galerías de arte independiente, pero también muchas tiendas de moda. Cerca de él se encuentra Cenntenial Park, el Parque del Centenario, en el que se realizan muchas actividades e incluso se pueden ver animales en libertad, es como estar en campo abierto.
En King Cross encontraremos albergues económicos para os turistas más jóvenes, aunque también hay muchos cafés y restaurantes.
Otro de los barrios importantes de Sidney es Chinatown, se encuentra al sur del centro de la ciudad. A diferencia de los barrios chinos de otras ciudades, el de Sidney reune a una comunidad que lleva instalada en esos terrenos desde el siglo XVIII, además hoy no es una zona residencial, sino más bien comercial y cultural donde se emplazan muchas empresas asiáticas. Los fines de semana es imprescindible visitar el Paddy's Market, un mercado que durante los fines de semana congrega a muchos visitantes.
Bondi y Manli son las playas más conocidas de Sidney, algunas de ellas son muy tranquilas y aisladas.
Quizá lo más conocido de Sidney a parte de sus hermosas playas es el Sidney Opera House, se construyó en 1973, y su silueta que simula las velas de un barco se ha hecho famosa en el mundo entero, y se ha convertido en el símbolo de la ciudad.
Junto a él se encuentra el Puente del puerto de Sidney, data de 1932 y fue el primer puente del puerto, una obra de arte de la ingeniería ya que por entonces era el único puente de un sólo arco que existía, se puede visitar y subir a él con un guía.
Para obtener una de las típicas imágenes de la ciudad, podemos ir a los Jardines Botánicos Reales, donde a parte de ver multitud de especies autóctonas podemos ver desde allí las mejores panorámicas de la ciudad.
Y si queremos abrazar koalas...podemos visitar el Taronga Zoo.
De nuevo a bordo iremos camino de Brisbane, otra de las ciudades más conocidas e importantes del continente.
Brisbane es conocida como la ciudad de los días soleados, tiene un clima subtropical que hace que disfruten de 300 días de sol al año.
Es la tercera ciudad más grande de Australia, la recorre el río con el mismo nombre, el cual es navegable.
Southbank es una playa artificial que se encuentra en una de las veredas del río que junto con la bahía de Moreton y sus islas ofrecen un marco incomparable para disfrutar de los deportes acuáticos. En Southbank también se ha construido una piscina pública y múltiples jardines,además la oferta hostelera de la zona hace que sea un lugar muy agradable en el que estar.
La ciudad es el lugar de vacaciones escogido por muchos australianos, en la zona metropolitana nos encontramos con espacios verdes enormes e increíbles paisajes, y muchas zonas arboladas, las casas que se encuentran en las afueras son casas grandes con sus propios terrenos de cultivo.
Es una de las ciudades más cosmopolitas de toda Australia, donde los idiomas hablados van desde el vietnamita, al chino e italiano...lo cual también queda reflejado en las propuestas gastronómicas de la ciudad.
Desde la cima del Monte Cootha podemos contemplar las mejores panorámicas de la ciudad, desde su mirador, al pie del monte nos encontramos con el Observatorio y los Jardines Botánicos. Allí podemos practicar cualquier deporte, escalada, piragüismo, ciclismo...e incluso bucear entre los restos de antiguos navíos en los pecios de sus aguas.
Cerca de allí visitaremos Hamilton, es una pequeña isla, en Queensland que se encuentra situada en la Gran Barrera de Coral, el lugar perfecto para practicar el buceo y el submarinismo, un lugar de playas brillantes y aguas azul turquesa. Cerca se encuentra un conjunto de islas conocidas como Whitsundays, donde se encuentra uno de los Parques Nacionales, muy apropiado para pratcicar senderismo si tenemos la oportunidad. En el centro de esta pequeña ciudad, casi un pueblo, podemos visitar el lago Hamilton, el pequeño zoo que se encuentra emplazado en los jardines botánicos, y si paseamos por las afueras adentrándonos en la zona más silvestre nos toparemos con muchas cascadas y cataratas que embellecen estos parajes.
Sin salir de la zona, otra de las escalas habituales es la visita a Cairns.
Al igual que Brisbane, pertenece al estado de Queensland. Cairns es la puerta a la zona tropical Norte de esta región.
Se encuentra al norte de Brisbane, es una ciudad básicamente turística, que al estar emplazada en el Gran Arrecife de Coral recibe a lo largo del año las visitas de muchos turistas, entre ellos mochileros.
Al llegar a puerto, si queremos conocer Cairns la mejor propuesta es hacernos con una bicicleta de alquiler y adentrarnos en las zonas más selváticas, conocer la cultura aborigen y como no, practicar el buceo. También podemos practicar rafting en el río Tully si tenemos suficiente tiempo.
Es una de las ciudades más protegidas en cuanto a medio ambiente se sienten orgullosos de los entornos tropicales en los que viven y cuidan de ellos de manera envidiable.
Abandonamos Australia para acercarnos a Papua-Nueva Guinea y hacer escala en el antiguo puerto de Port Moresby. Esta ciudad está prácticamente aislada del resto del país, tuvo su importancia durante la Segunda Guerra Mundial, ya que fue una de las bases que utilizaron los aliados y se vio seriamente dañada por los japoneses, hoy en día ha sido redescubierta como lugar turístico.
A pesar de resultar una ciudad sombría en comparación con los entornos que hemos visitado, en la ciudad de Port Moresby es el lugar donde mejor se integran las culturas nativas y la del hombre blanco. Ha sido uno de los últimos lugares en colonizarse del planeta, el edificio más antiguo que podemos visitar allí es la iglesia de ella United que data de 1890.
Aunque Papua-Nueva Guinea aparece en los reportajes como un lugar peligroso, no lo es tanto, los mayores peligros los podemos encontrar si nos adentramos en las zonas más selváticas. En Port Moresby la única precaución que hay que tener es la de andar a altas horas de la noche por ella.
En la zona de Paga Hill encontraremos las mejores vistas de toda la ciudad. Para conocer la cultura papua, hemos de visitar el Museo Nacional y de las Artes, las galerías de arte que exhiben obras de los nativos y el Parque Nacional Varirata que es una zona de caza habitual de los habitantes del lugar.
Si buscamos artesanía local, lo mejor es pasear por el Mercado Kobi. Y si la parada de nuestro crucero lo permite, en los alrededores de la ciudad lo mejor para visitar es Soregi, en donde encontraremos las cataratas Rouna y un mercado de vegetales lleno de colorido, típico de allí...practicar la natación en el río Brown es otra de las alternativas.
En cuanto a gastronomía la ciudad es bastante particular, la cocina autóctona se basa en la preparación de carnes en hornos bajo tierra denominados mumu, las bebidas son zumos de frutas, ya que las bebidas internacionales son difíciles de encontrar, en la parte sur de la isla sólo encontramos dos tipos de cerveza, y el consumo de vino esta restringido. El agua es mejor beberla embotellada para evitar cualquier problema, aunque el agua allí es potable.
Por último mencionaremos dos escalas que se incluyen a veces en las rutas de estos cruceros, aunque con menos frecuencia, ya que muchas compañías incluyen estas paradas en rutas específicas de Asia.
Las escalas en cuestión nos llevan a Indonesia, en concreto a Padang Bay y a las islas Karimunjawa.
Padang se encuentra en Bali...la bahía de Padang es donde atracará nuestro barco. Desde el siglo XVI, Padang fue un lugar de comercio ya que exportaban la pimienta que allí se cultivaba a Portugal, Inglaterra, Holanda e India.
En la actualidad es lugar de obligada visita para submarinistas y surfistas de todo el mundo.
Una de sus peculiaridades es la cocina, ya que su gastronomía está basada en las verduras, el tempura, y todo ello muy especiado, además la presentación de sus platos es algo muy original y típico de allí.
Por último las islas Karimunjawa pertenecen a un conjunto de 27 islas que se encuentran en el mar de Java, en Jakarta. Es una tierra llena de historia y exotismo, con una mezcla de culturas muy interesante y colorista. Una de las principales atracciones de las islas es su flora y fauna, tanto terrestre como marina.
Las islas Kariminjawa son un paraíso para los submarinistas, ya que hay doce puntos de inmersión. De hecho, para estimular a los submarinistas que visitan estas islas por sus numerosos pecios, se han creado nuevos hundiendo aquellos barcos que habían sido retirados de la circulación. Aunque esto pueda parecer una violación medioambiental, todas estas acciones así como la afluencia turística a las islas con cuantificadas con esmero para conservar el entorno.
Las islas Karinmujawa son uno de los lugares más apartados de Indonesia y donde las playas se conservan mejor. Allí podemos disfrutar de los manglares, hay zonas muy protegidas que no se encuentran abiertas al público, no hay que olvidar que estas islas son reservas naturales, hogar de especies que sólo se encuentran en esta parte del planeta.
Esta es una de las últimas paradas de las rutas por el Pacífico, puede que en nuestro regreso en el barco hagamos escala en alguna de las grandes ciudades que ya hemos visitado para tomar el vuelo de regreso a nuestro lugar de origen.